Seres no corporales

Las misteriosas influencias de espíritus, devas y seres angelicales asociados con sitios sagrados.

Los sabios y videntes de la antigüedad han señalado repetidamente que la dimensión que vemos con nuestros ojos físicos no es la única dimensión de la existencia. Existen muchos otros reinos y, dentro de ellos, una variedad de seres, espíritus, energías y entidades. Los pueblos tradicionales de todo el mundo han hablado de la existencia de estas presencias, llamándolas elfos, gnomos, duendes, devas, hadas, genios y fantasmas. Desde tiempos inmemoriales, los humanos han buscado el contacto con estas fuerzas invisibles. Los practicantes chamánicos se comunican con los espíritus de los animales, los ancestros y el mundo vegetal. Psíquicos, clarividentes y médiums realizan sesiones para hablar con entidades de reinos no visibles. Los místicos religiosos afirman la presencia de ángeles, deidades y otros seres celestiales. Como sea que llamemos a estas entidades, y como intentemos explicarlas, algo misterioso está sucediendo sin duda en dimensiones distintas a las perceptibles por nuestros sentidos ordinarios de la vista, el oído, el tacto y el olfato.

Estas presencias misteriosas parecen concentradas principalmente en los lugares de poder y lugares sagrados. En algunos lugares sagrados, particularmente en los de tribus remotas de los bosques y el desierto, estas presencias invisibles son el único foco de las actividades rituales. Allí no se encontrará ninguna iglesia cristiana ni templo budista, sólo un pequeño santuario que indica la morada de algún espíritu natural. Estas presencias reciben menos reconocimiento en los santuarios de peregrinación más famosos del mundo que las principales deidades religiosas. Si bien la existencia de fuerzas invisibles suele preceder con mucho tiempo a la llegada de la religión histórica que ahora mantiene el santuario de peregrinación, esas fuerzas con frecuencia son negadas, descartadas, demonizadas o se les da sólo una importancia marginal en los templos de Birmania, donde encontramos grandes monumentos a los Fe budista rodeada de pequeños santuarios dedicados a una multitud de espíritus prebudistas llamados Nats. En las iglesias cristianas de Europa, Gran Bretaña e Irlanda fluyen manantiales dedicados hace mucho tiempo a las diosas paganas de la tierra. Y en los patios de los enormes templos del sur de la India se encuentran numerosos pequeños santuarios que albergan espíritus llamados yakshas, nagasy asuras.

Estas fuerzas invisibles pueden afectar a los peregrinos sin que ellos lo sepan, o pueden ser convocados intencionalmente para que aparezcan realizando acciones e invocaciones rituales. Los rituales tradicionales practicados en muchos santuarios son métodos potentes y tradicionales para invocar diversas fuerzas espirituales. Estos métodos no son la única forma de invocar poderes misteriosos. La intención mental enfocada es un método eficaz de invocación, y la oración y la meditación son herramientas de comunicación espiritual.

Es beneficioso aprender primero algo sobre la naturaleza o el carácter de las entidades espirituales que habitan un lugar sagrado. Leer guías sobre la mitología y la arqueología del sitio o interrogar a los administradores y sacerdotes del santuario son buenos enfoques. Las fuerzas invisibles se describirán en términos tales como espíritus, devas o ángeles. Estos términos son simplemente metáforas del carácter o personalidad real de las fuerzas. Estos términos también sirven como representaciones metafóricas que indican cómo las fuerzas afectarán psicológica y fisiológicamente a los seres humanos. A continuación, considere el carácter de las fuerzas invisibles que habitan en un lugar sagrado; este importante punto no debe descartarse a la ligera. Esas fuerzas pueden tener efectos beneficiosos o perturbadores en diferentes personas. La invocación de fuerzas invisibles en lugares sagrados es una práctica poderosa. Es importante tener cuidado para que no entren fuerzas no deseadas en el campo energético personal de un individuo.