Iglesia de peregrinación de san juan de los lagos, mexico
Ubicado en el estado de Jalisco, en el centro de México, 76 millas (123 kilómetros) al noreste de la ciudad de Guadalajara, el pequeño pueblo de San Juan de los Lagos es el segundo santuario de peregrinación más visitado de México. La historia del lugar comienza en 1542 cuando el padre Miguel de Bolonia, sacerdote español, trajo una estatua de la Virgen de la Inmaculada Concepción al pueblo. La ciudad entonces se llamaba San Juan Mezquititlan Baptist pero su nombre se cambió a San Juan de Los Lagos en 1623. En ese año, la hija de algunos campesinos indios locales se enfermó, sus padres oraron por su salud y la joven se recuperó. Después de este milagro, la estatua comenzó a ser venerada por un número creciente de peregrinos, entre ellos indios, españoles y mestizos. Durante este período la estatua adquirió su propia identidad local como Nuestra Señora de San Juan de los Lagos. Entre principios del siglo 17 y mediados del siglo 19, se celebra una feria de peregrinación todos los años en noviembre, 30, para celebrar la instalación original de la estatua en el santuario.
La iglesia actual, iniciada en 1732, fue construida en el estilo barroco mexicano. La estatua de la Virgen se instaló en 1769 y los campanarios se completaron en 1790. En 1972 la iglesia fue reconocida como basílica. Dentro de la iglesia, sobre una plataforma con una luna creciente hacia arriba, se encuentra la estatua de la Virgen. Alrededor de 20 pulgadas (50 cm) de altura, la estatua fue hecha por los indios Tarascos del estado de Michoacán usando una técnica indígena llamada titzingueni, en el que un marco de madera se cubre con una pasta de médula de maíz y jugo de orquídeas, y luego se recubre con yeso y se pinta. Estatuas de culto similares aún son veneradas en otras partes de México, como Nuestra Señora de la Salud en Patzcuaro y la Virgen de Zapopan en la ciudad de Guadalajara. En algún momento a fines del siglo 16 o principios del 17, la estatua se modernizó al quedar encerrada en un marco y vestida con ropa. Las manos de la Virgen se doblan en oración, tiene el pelo largo y castaño, y lleva un vestido blanco y una túnica azul. En su cabeza lleva una corona de oro.
A finales de enero y principios de febrero de cada año, se produce una gran peregrinación al santuario y la ciudad crece muchas veces en tamaño. A este festival asisten más de un millón de personas, muchas de ellas caminando, de todo México. Durante una semana de festividades, hay cientos de puestos temporales que venden íconos de peregrinación, múltiples bandas de músicos tocando alrededor de la gran basílica, demostraciones de fuegos artificiales en las noches y un palpable sentimiento de alegría espiritual en toda la ciudad. En mis largos años de peregrinación en todo el mundo he asistido a muchos festivales religiosos, pero pocos tan cargados y bulliciosos como el de San Juan de los Lagos. Verdaderamente una densidad de santidad satura y rodea este santuario durante el festival de febrero.
Un peregrino en San Juan de los Lagos.
Una línea de peregrinos que caminan, veinte millas de largo, En camino a San Juan de los Lagos.
Guías de viaje de México
Martin recomienda estas guías de viaje.